Es 15 de febrero y Lalo siente la resaca del 14 de febrero, el afamado día del amor. Son las cinco de la mañana y a pesar que Lalo no trabaja ya está con los ojos abiertos recordando sus amores. Entre mariposas, mariposones y papalotes pasan por su mente sus más profundos amores, desde al afamado Wilfredo hasta el último llamado Federico.
La noche anterior, Lalo había salido a celebrar el día con sus amigos. Al final, se quedo sólo porque todas se encontraron con amiguitos que desviaron su camino. Y ahí estaba Lalo sentado en el Bar de la Lucy tomando jugo de naranja. Muy a las nueve ya estaba con su pijama de patricio y su peluche de Elmo.
Wilfredo fue el primer amor de su vida. Lo conoció de niño y el amor surgió jugando por las noches en la cuadra de su casa. Lalo no sabía que sentía pero sí que quería de una forma especial a Wilfredo. Con la edad las cosas se fueron dando y a los 17 años tuvieron su primera vez. Ambos sabían que estaban juntos pero no de qué forma. Lalo se fue a Costa Rica y Wilfredo se quedo en el pueblo. Él era un chavalo alto, quizás de 1.75, delgado, de piel moreno clara y con una sonrisa de oreja a oreja. La última que Lalo lo vio antes de irse fue para decirle que siempre lo amaría.
Luego, Lalo regreso y Wilfredo había cambiado por completo. Él empezó a ir al gimnasio y los músculos fueron tomando forma hasta que el cuerpo de “Wil” se volvió apetecido por muchos. Lalo recuerda cuando se lo encontró donde la Tutifruti de su vecina…una mujer que se viste con más colores que una ensalada de frutas. Siempre tuvieron sexo, aunque Lalo no se explica porque, pero siempre terminaban en la cama cada vez que Wilfredo lo buscaba.
A pesar de ello, Lalo tuvo más novios. Estuvó Felix, a quien conoció en una disco de ambiente de la Capital y con quien amaneció en el motel llamado Kamasutra, mismo que fue el punto para todas las citas de los tres meses de relación, Lalo ya no soportaba más. Otro novio tuvo la desdicha de encontrarse a su “otro” novio en el mismo centro Comercial donde andaba pasando la tarde con Lalo. A este lo había conocido un par de semanas atrás en el chat. Ahora, Lalo es amiguísimo de Juan Javier. Y un tercer novio ya en la época de exploración sexual de Lalo, opaco su primera vez de pasivo porque se emboracho cuando agarraba fuerza para que no le “doliera”.
A pesar de todo, Lalo se pone a pensar que aún anda en la búsqueda del amor…como muchos gays. Pero, también piensa, donde y como lo busca o si en verdad quiere enamorarse. Al final, cada quien decide como vivir su vida en todas sus facetas. Sea con amor…con sexo…con licor…con soledad, con que se disfrute, basta.
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