En la película “La mano de satán”, el cineasta Óscar González Íñiguez, presenta, mediante una ácida comedia de humor negro la pesadilla de “Ricardo”, un ejecutivo de una empresa de productos de belleza, quien es flechado por el nuevo director de la compañía y en su afán de conquistarlo invoca al diablo para venderle su alma.
Filmada en HD Digital, este trabajo tiene una duración de aproximadamente 100 minutos y aborda de manera chusca, pero también dramática la vida de este joven, quien empeñado en atrapar al hombre de sus sueños se mete en una serie de problemas a pesar de las advertencias de “Manuel”, su mejor amigo, quien le advierte que debe abrir los ojos y que este sujeto no es para él.
“Arturo”, el ejecutivo que trae de un ala a “Ricardo”, en su afán de integrar más a los empleados de la empresa, organiza una serie de actividades deportivas, entre ellos un equipo de basquetbol.
Un día, hasta las canchas de basquetbol llega “Flora”, la novia y prometida de “Arturo”, situación que lleva a “Ricardo” a sumirse en una grave depresión, sin quitarse la idea de que debe de conquistar a su jefe.
Agobiado por la desesperación de no ver consumado su sueño invoca al demonio interpretado jocosamente por Édgar Vivar, quien le advierte que él puede hacer realidad su aspiración sentimental, pero tendrá que pagar un precio muy alto.
Sin importarle las consecuencias “Ricardo” accede y le pide que lo transforme en mujer, porque piensa que de esa manera podrá conquistarlo y evitar que se case con su novia.
Al día siguiente convertido en una atractiva mujer él mismo se sorprende de la transformación y se presenta en la compañía en la que laboraba para hacerse pasar por “Julia”, una supuesta hermana de “Ricardo”, con esto los problemas se incrementarán.
Transformado en “Julia” se dará cuenta que en verdad “Arturo” estaba enamorado de él, luego de que éste renuncia a su cargo de alto ejecutivo y en un arranque de honestidad le confiesa a la supuesta hermana, que él no la puede querer, porque desde joven le gustaban los hombres y “Ricardo” era su amor secreto.
Metido en el atolladero, “Ricardo” le pide a satán que revierta el hechizo, pero entonces se dará cuenta que eso es imposible y eso será el precio de haber pedido su deseo de cambiarse de sexo.
El filme tiene un final muy onírico, lo cual sorprenderá al público que tendrá oportunidad de presenciar “La mano de Satán”.
“En la Mano de Satán”, basada en la obra de teatro “El tercer Fausto”, de Salvador Novo, actúan Édgar Vivar, Ricardo Bono, Natalia Garay, Rodrigo Calvo y Jonathan Sánchez.
Tomado de www.milenio.com
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