Rafael Lara
END - 22:46 - 24/03/2010
Humillado, perseguido, acosado y discriminado. Así se siente un joven estudiante gay, quien asegura haber sido presionado por el rector Mario Valle, también diputado presidente de la Comisión de Educación en la Asamblea Nacional, para abandonar sus estudios en la Universidad de Managua, UdM.
La denuncia fue interpuesta en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Cenidh, donde el joven solicitó el anonimato, ya que después de abandonar bajo presión la UdM, logró matricularse en otra universidad, pero por su base evangélica, teme que de hacerse pública su opción sexual, haya represalias moralistas en su contra.
Según el denunciante, de 20 años, en el primer semestre de su primer año en la UdM, conoció a quien denomina su pareja sentimental: un joven dos años menor que él, y sus compañeros de clase conocían, sin problemas, de su relación.
“Nosotros andábamos todo el tiempo juntos, en alguna ocasión nos tomábamos de las manos, pero nunca hicimos algo en público que se pudiera considerar ofensivo a otros, porque nunca nos gustó exhibirnos”, aseguró el joven, agregando que el 19 de febrero de este año fueron mandados a llamar por el rector Mario Valle.Las preguntas de Mario Valle
“Nos dijo, sin especificar a la persona o personas que se quejaron, que le habían contado de nuestra relación y que había gente quejándose por supuesto irrespeto. Luego nos hizo preguntas sin relevancia, como quién hacía de hombre y quién de mujer. Entonces le dijimos que éramos bisexuales, pero insistió en quién le hacía qué a quién. Como no le contestamos, nos dijo que teníamos hasta el día siguiente para decirlo”.
Agregó que cuando volvieron para ver al rector, primero los profesores no les permitieron asistir a clases, y, posteriormente, la seguridad de la universidad no los dejó entrar.
Ante esa situación y para evitar más problemas, decidieron entrevistarse con Valle para confesar sus las intimidades de pareja que el rector quería escuchar.
Añadió que Valle dijo que contra el otro joven, por ser menor, no tomaría acciones, pero le exigió que se cortara el pelo y se vistiera con ropa no ceñida al cuerpo.
En el caso de su pareja, de 20 años, debía pasarse a los cursos sabatinos si quería seguir estudiando.
El reclamo del denunciante fue que él no podía asistir los domingos, porque ayudaba a su mamá en un pequeño negocio, además, que había optado, y la universidad había aprobado, sus estudios en día de semana, por lo que no veía por qué debía asistir los sábados.
Dijo que no pensaba hacer pública tal situación, sin embargo, la actitud del rector Valle le llevó a buscar al Cenidh, para reclamar por sus derechos.Valle dice que no discrimina
Por su parte, el rector Valle, aunque primero dijo no recordar el caso, cuando EL NUEVO DIARIO dio detalles de la denuncia, lo recordó, y señaló que en la UdM no se discriminaba a nadie por su opción sexual.
“Incluso tenemos algunos profesores que tienen sus preferencias, pero aquí se fue claro de que ellos venían a dar clases, no a buscar pareja. Por otra parte, no hemos expulsado a nadie, no existe ningún documento de expulsión. Lo cierto es que esta universidad privada tiene sus normas y reglamentos. Entre éstos está prohibido el manoseo público o romances en los pasillos, sean entre hombres, mujeres o de opciones sexuales diferentes”, alegó.
También dijo que al joven se le dijo que si estas normas no le parecían, pues tenía la opción de estudiar en otro sitio.
“Aquí hay alumnos de 18 y 19 años, y no es apropiado este tipo de situaciones en los pasillos. Somos un centro educativo y también enseñamos normas. Aquí se prefiere que anden con el cabello corto, está prohibido que los alumnos asistan en pantaloncitos cortos, que vistan pantalones flojos de talle bajo, los ‘persing’, se les recomienda que no se pongan tatuajes, pues estos jóvenes al terminar sus carreras, buscarán trabajo y ese aspecto les afectará”, dijo el rector.Cenidh: hubo presiones
Gonzalo Carrión, Director del Área Jurídica del Cenidh, indicó que, como legislador, Valle debe recordar que ellos mismos despenalizaron las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en el Código Penal, además, que si bien no hay una expulsión firmada, las presiones fueron suficientes para que el joven abandonara su carrera y fuera a otra universidad, mientras se les humilló, al exigirles que hablaran de su relación íntima, sin que esto fuera relevante.
“El Cenidh citó al señor Valle para aclarar la situación y asistió, pero muy disgustado dijo que sólo hablaría con nuestra presidenta ejecutiva y con nadie más. Como ella no se encontraba aquí, entonces se fue. Hasta ahora no ha respondido a nuestros requerimientos. Sus acciones, aun siendo el presidente de la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional, fueron discriminatorias y humillantes contra el joven”, expresó Carrión.
Agregó que si bien la UdM es una universidad privada, sus normas no pueden estar por encima de los derechos constitucionales que permiten la diversidad sexual y nadie, menos un diputado, puede alegar desconocimiento de las leyes.
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